que hasta te olvidas de escribir,
solo te apetece vivir.
Pero voy a dejar
que mis manos
suelten las alas
Ya no amanece nunca gris
Subimos ascensores y los paramos
Con besos no robados
Nos besamos en los parques
y los llenamos de flores
Bailamos en la distancia
las 1000 horas de llamadas
Juras subirme los vestidos
y cumplir la promesa
de dejarme sin aliento
Ahora la ropa inunda el suelo
de las habitaciones
que aún oscuras,
nunca dejan de apagarse.
Tu boca
es el portal
donde
acaban
las noches
Y la razón de mi sonrisa.
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