sábado, 12 de enero de 2013

Siempre habrá una estrella para ti.

Solo hay que retroceder unos cuantos meses, esos calurosos meses cuando no pensé que habría algo tan dulce, tan dulce como tú. A todos nos llega el momento. Todo llega para el que sabe esperar. Lo imposible solo tarda un poco más pero para el que lucha, no hay nada imposible. Sabía lo que había, dolía, no sería una historia perfecta, ni si quiera podría llamarse historia, pero esas rarezas, las nuestras, fue lo que la hace a día de hoy un recuerdo bonito, fue bonito me oyes? fue precioso. Pensé que los trenes solo pasan una vez y que quizá podríamos enamorarnos dentro del vagón. Solo nos quedaban dos miradas. A dos miradas de tocar el cielo. Y me ganaste poco a poco, tú, que llegaste por casualidad. Esta vez no tendría que aguantarme esas ganas locas de ti, apareces como un sueño, me buscas, me miras, me encuentras. Nuestros cuerpos cada vez están más cerca y nos fundimos en un abrazo, de esos largos y me besas. Miradas que se cruzaron y ahora van de la mano. Hacia el cielo y al compás. Y al subir me dices: 'tan arriba?..que nos vamos a caer'. Tenías razón, pero tú me diste tantas cosas que nadie me daba, caricias que parecían de verdad. Un vis a vis improvisado, tú y yo, estamos solos y no hay nada que nos pare, nada que nos separe. Se nos ha ido la olla por completo. El amor no es sabiduría, es locura, es descubrirse frágiles, jóvenes y libres, fuego en las venas, temblor en las piernas, miel en los labios y PUM. Sonrisas que salen sin permiso. Y ahora el agua fría empapa otro momento y me besa con esa boca que todavía sabe a amor. Después pondremos el mantel, tú quédate a mi lado. Si puedes alcanzar las estrellas no te conformes con estar en las nubes. Sueña conmigo esta noche y recuérdame riendo; porque hoy he pensado en ti y he vuelto a hacer comida para dos y porque si te cabe el cielo en una abrazo siempre habrá una estrella para ti.

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