sábado, 22 de marzo de 2014

Segunda mirada.

Apoyado en mi pared, sujetando mi casa, segunda mirada.
Te bebes a Esther, pago yo.
Atravesamos la ciudad para dejarla atrás, para tenernos delante.
Sueños de niños, sonrisas de adolescentes, juegos de adultos.
Pasa a mi lado su olor, contengo la respiración.
No necesitamos que haya nada entre los dos, la piel.
Mordiscos en las orejas, caricias en la espalda, no se puede perdir más a un martes, solo que me vuelvas a besar hasta que anochezca, una vez más.
Y que al cortar el rollo, vuelva a crecer.
Salvada en tus brazos, sintiendonos, sincronizando los latidos con la boca y tic tac tic tac.
Otra tarde inolvidable, como todas las tardes en un parque.

Hablamos, jugamos en la misma liga un partido en el que lo importarte será no perderle de vista





Continuará..(?)


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